El obstetra es el médico encargado del cuidado de la mujer embarazada. Realiza los controles mensuales y semanales durante el embarazo y asiste el nacimiento, ya sea por parto vaginal o cesárea abdominal.
El embarazo es un estado fisiológico que debe ser acompañado profesionalmente, ya que puede presentar complicaciones. Por eso, el rol del obstetra es cuidar la salud de una paciente sana.
Si tu EVATEST® dio positivo, es momento de agendar tu primera consulta.
Durante la primera consulta, el médico realizará una entrevista para conocerte y confeccionar tu historia clínica.
Uno de los datos clave será tu fecha de última menstruación (FUM) para calcular la fecha probable de parto (FPP). Si no la recordás, se puede estimar mediante tu primera ecografía.
Luego de la entrevista, continúa el examen físico: presión arterial, peso, altura uterina y auscultación de latidos fetales desde la semana 16. También se recomienda revisar las mamas.
Hierro: esencial para la producción de glóbulos rojos y prevenir la anemia ferropénica.
Ácido fólico: del complejo B, fundamental para el desarrollo neurológico del bebé y la prevención de defectos del tubo neural.
Si tu grupo sanguíneo es Rh negativo, se recomienda la administración de inmunoglobulina anti-D entre las semanas 28 y 32, y luego del parto si el bebé es Rh positivo.
Ante cualquier patología o riesgo, los controles serán más frecuentes y pueden incluir estudios adicionales.
Se realiza entre las semanas 11 y 14. Evalúa parámetros ecográficos, bioquímicos y físicos para detectar riesgo de enfermedades genéticas.
Ecografía morfológica entre las semanas 20 y 22. Evalúa la anatomía del bebé y permite detectar anomalías tempranas.
Se realiza entre las semanas 24 y 28. Mide la glucemia en ayunas y post carga para detectar diabetes gestacional.
Se realiza en la semana 35 con hisopado vaginal y anal. Permite detectar esta bacteria y prevenir infecciones neonatales.
La fibra ayuda al tránsito intestinal y debe incorporarse gradualmente.
Consumí al menos 2 litros de agua por día. Evitá gaseosas o bebidas con sorbete. El agua ayuda a transportar nutrientes y eliminar toxinas.
No se recomienda el consumo de alcohol.
El ejercicio moderado mejora la digestión, el estado de ánimo y la preparación para el parto. Con 20 a 30 minutos de caminata diaria es suficiente.
Salvo contraindicación médica, el ejercicio regular te ayuda a sentirte mejor, mejorar la circulación y prepararte para el parto. Se recomienda acompañarlo con un curso de preparto.