La zona vulvovaginal necesita un cuidado especial porque su piel es diferente y muy sensible. El uso de jabones corporales o de manos puede provocar desequilibrios en su pH natural.
Una vagina sana presenta un pH ácido, que puede variar entre 3,5 y 4,5. Este pH ayuda a mantener el equilibrio natural de la flora vaginal, previniendo infecciones y molestias.
Los productos de la línea EVAGINA® tienen un pH adecuado de 4,2, ideal para mantener la acidez natural de la zona íntima. De esta forma, ayudan a prevenir el desarrollo de bacterias y hongos que puedan causar infecciones, molestias o picazón.