Los tejidos sintéticos acumulan humedad en la zona íntima, lo que aumenta el riesgo de infecciones por hongos. La zona vulvovaginal produce naturalmente muchas secreciones, y si la ropa interior retiene esa humedad, puede provocar irritación y resecamiento.
Especialmente al momento de dormir, ya que limita la ventilación de la zona.
La depilación con cera puede favorecer los vellos encarnados. Si usás máquina de afeitar, asegurate de que esté perfectamente higienizada para evitar infecciones en la piel de la zona.
Por ejemplo, aguantando unos segundos antes de orinar. Un suelo pélvico tonificado previene la incontinencia y puede mejorar la intensidad de los orgasmos.
Especialmente si notás cambios en el color o el olor de tus fluidos vaginales. No tengas vergüenza: tu ginecólogo sabrá aconsejarte y brindarte las respuestas que necesitás.
Escrito por MARIA PILAR SOSA – MP142999 Médica Ginecóloga y Obstetra